El Negro decidió irse a Coromandel a probar suerte y ver que nos ofrecía ese destino a todos. Mientras que los que nos quedábamos, intentaríamos buscar trabajo en Te Puke. Hubo lagrimas en su despedida (asi como tambien alcohol en su bienvenida)
Lo que realmente sucedió fue que, ni el Negro busco trabajo en Coromandel, ni nosotros buscamos en Te Puke. Bueno, nosotros si lo intentamos, pero lo que pretendíamos era imposible. Trabajo por tres o cuatro días, y que nos paguen en la ultima jornada. La mitad de los contractors nos contesto que ya tenían a su equipo armado, y la otra mitad nos pateo la entrevista para la otra semana.
A los dos días desistimos y parecía que cada uno iba a seguir su camino. El Fede Cavilioti (porteño), antes de venir ya había comprado un pasaje para el 20 de diciembre a Queenstone, en la Isla Sur. Estaba decidido a jugársela por su cuenta, y ver de que madera estaba hecho. Su despedida merece un capitulo aparte…
DESPEDIDA DE CAVILIOTI (EL DESERTOR)
Frente al I-SITE de Tauranga, en una esquina central de la ciudad, Cavilioti tenia que tomar el colectivo. Las chicas lo despidieron en la casa, y los varones lo llevamos y acompañamos a tomarse el bus. En la parada, para cortar el ambiente tenso que se había generado se nos ocurrio una joda genial. Nacho fue quien la ejecuto al estilo e Maximo Cosseti. Cuando la victima se subio al colectivo, Nacho empezó a gritarle que lo amaba y a pedirle que no se valla en ingles, cual novio descorazonado. Fede desde el colectivo grabó estos videos. No se lo pierdan porque no tiene desperdicio…
MC LAREN FALLS
La aventura tuvo lugar el ultimo sábado. El dia era gris y lluvioso. De esos perfectos para quedarse calentito en casa, tapado con una frazada hasta la nariz viendo una película y comiendo de todo lo lo que no esta indicado en una dieta. Ese era el plan hasta que una argentina nos visito y hablo maravillas de ese tour. Poco convencidos decidimos salir en busca de un bosque en el que supuestamente había unos “gusanos que brillan de noche”. Para llegar nos separamos, y tras 45 min de viaje, los tres autos llegaron de casualidad al mismo tiempo, ya que ninguno fue por el mismo lado y todos nos perdimos.
En medio del recorrido, tras la sombra de la corteza de un árbol caído pudimos ver a unos cuantos "glow worms" brillando. Todos nos quedamos facinados. Desde la oscuridad se veian puntos luminosos de color blanco – azul. Sin palabras, simplemente alucinante.
A la vuelta, el grupo se reunio en los autos, y mientras las chicas decidieron volverse al Kiwi Shack casa para preparar las valijas, los chicos apostamos a la aventura: nos meteríamos una tenebrosa selva, en el marco de una copiosa tormenta en plena noche. Ayudados por una pequeña linterna a dinamo, nos adentramos a la boca del lobo. En la oscuridad absoluta, la senda por el medio del bosque era muy difícil de seguir, por lo que tuvimos que avanzar en filita india. La visibilidad se redujo a un metro y solo se podía ver al compañero del frente. A medida que nos metíamos mas y mas en las profundidades del bosque, la luz iba desapareciendo… hasta que en el medio del parque, en ausencia total del sol, nos encontramos rodeados por las luces de los “glow worms”. Lo que se vivio es difícil de describir. Los recuerdos parecen sacados de una película de Ciencia Ficcion. Era como estar en el set de grabación de Avatar. Para donde mires podias encontrar miles de gusanitos brillando en la oscuridad, tanto que en algunas partes iluminaban el camino.

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